martes, 23 de abril de 2013

Y mañana marcharé a la guerra.

Y mañana marcharé a la guerra.
Me iré al alba a territorio hostil.
Daré mi vida y mi sangre por el sentimiento más noble.
Moriré como buen amante, como buen hombre.
No tengo más patria ni más bandera que la de tu piel.
Iza tus cabellos al viento violeta de la mañana,
yo atravesaré fronteras y franquearé a todas las tropas.

Al alba he marchado a la guerra.
Con la boca rasgada por estos versos, himno de nuestro hoy,
y el corazón hambriento por tener que compartirte.
Tragamos sopa de dolor con cuchara de deseo
y alcohol para las heridas de guerra.
Cornetas y tambores retumban tu desfile hacia mi cama.
Ni un bunker puede protegerme de tu avance ya.
Eres gas mostaza, mis pulmones inundados de ti.
Lloran los ojos azufre y sudor,
son disciplinados reclutas que intentan encañonar tu corazón.
Amor entre trincheras, aguacero de caricias y balas.
Te dispararé y caerás en batalla entre besos de pólvora.
Caerás a mi lado, en la fosa que cavamos.

Y algún día marché a la guerra,
pero la blanca paloma ya fue pasto de acero.
Los olivos secos, ardieron bajo el sol abrasador.
Y mi cuerpo batalla en la tierra de cenizas, junto al tuyo.
Dos cuerpos más que alimentan la fosa de los enamorados.


Feliz Día del Libro 2013

viernes, 19 de abril de 2013

Seamos luz sin serlo


Eres serpiente, a veces esquiva y a veces deseosa de inyectarme tu delicioso veneno. Ven y envenéname, haz que se me pare el corazón, atrápame entre tus escamas y susúrrame mentiras. Mi cuerpo quedará paralizado, mis labios petrificados en una sonrisa sincera, de amante que morirá amando y por amar. Mis venas inundadas de tu ponzoña y morfina, mi cuerpo, como tu lengua, bifurcado entre el dolor y el placer, entre el infierno y el paraíso, el limbo y el universo. Y tu fría piel contra mi piel, me abraza y me roba el calor, yo me evaporo, me disuelvo como el veneno en mi cuerpo. Me creas y me destruyes, eres mi big bang, mi big crunch vestida en ese cuerpo seseante, pero eres tú.

Eres humana. Por mucho que te escondas en pieles de reptil, que bañes tus ojos en vidrio y tu corazón en hueso, tu sangre es tan roja como la mía, hoy de azabache, ayer solía serlo. Sé que sientes y padeces, que envenenas tus sonrisas con lágrimas cuando nadie te mira, que quieres olvidar a base de ginebra o de nuevo dolor. Sé que buscas la salvación en amaneceres tardíos, en las líneas blancas sobre el asfalto, en las simas del chocolate, en los versos descubiertos por los ojos a la luz de una lámpara, en las nubes y el viento, en todo lo que tenga suficiente voz para gritarte que la vida es bella. Crees que ningún cuerpo te podrá convencer de ello, que las almas unidas siempre acaban rotas, tienes miedo.

Sé tú, no seas serpiente, no seas humana, no seas nada que se pueda nombrar. No seas recuerdos, no seas carne y hueso, no seas una máquina con fecha de caducidad. No seas hija de nadie ni de nada, no seas química ni estética, no seas palabras ni silencios, no seas producto de mi pensamiento, no seas materia, no seas tangible. Todo eso te está matando. Sé eterna y hazme sentir eterno. Seamos luz sin serlo, llenemos el universo sin que nadie sepa que existimos, seamos más viejos que el big bang y vivamos el big crunch. Seamos todo lo que nadie fue, seamos lo imposible. Seamos más allá de la lógica y de la vida, seamos. Seamos lo que somos, lo que siempre fuimos y lo que siempre seremos. Sin pieles ni cuerpos que son cárceles, sin límites.  Seamos eternos.