De pequeño la profesora me decía que no escribiera con la mano izquierda. Luego, mis compañeros me insultaron porque me gustaba leer en vez de jugar al fútbol. Me miraron raro cuando escribía historias en mi cuaderno. No me toleraban, no comprendían que alguien no fuera como ellos. En el instituto empezó lo peor, no solo me daban de lado, sino que empezaron a maltratatarme físicamente. La cosa no iba a mejor, el miedo se adentró en mí, no me dejaba vivir ni respirar. Dejé de ir al instituto, mi hermano mayor me ignoraba. Pero
ellos no pensaban dejarme, entraron en mi casa. Mi corazón latía desenfrenado, el filo del cuchillo brillaba en la casa en penumbra. Me mataron, me olvidaron. Ahora me he reunido con mis padres, los gusanos me comen la piel, pero es la primera vez en años que el miedo me ha abandonado, la primera vez en años que no temo a ser DISTINTO.
Esta es solo una historia de entre tantas. No dejes que los iguales te impidan vivir... que el miedo no te impida respirar y ser tú mismo.
Nunca hay que dejar que los iguales nos atrapen, jamás hay que dejar de ser uno mismo aunque sea complicado.
ResponderEliminarTenías razón, me ha gustado, encantado más bien. El detalle de las letras ha estado genial ;)
Un saludo desde Los muertos pueden bailar : )
Me ha gustado tu texto. A mi desde pequeña me han dado de lado por el simple hecho de no ser como los demás, por ser diferente. Pero sabes que? Me alegra no ser como ellos. Siempre hay que ser uno mismo y no dejarse pisotear por los demás, porque si nos guiamos por los demás nunca seremos nosotros mismos y estaremos viviendo sin vivir. Sé tu mismo y serás libre y feliz.
ResponderEliminarComo eres seguidor mio en Una chica con Repertorio, me encantaría invitarte a visitar mi otro blog:
http://repertoriodefrasesestupidas.blogspot.com.es/
Un cordial saludo ;)
Totalmente de acuerdo contigo. Ese es el espíritu del blog, un blog que quizás solo entiendan los distintos, los que están orgullosos de ser diferentes.
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